jueves, 28 de febrero de 2008

Ya vale

Me aburro, tengo que cambiar de aires ¡ya! mi vida se está convirtiendo en una rutina, monótona y deprimente. He vuelto a mi tierra porque quería estar con la familia una temporada, pero ya empiezo a echar de menos mi vida de nómada, los viajes, el conocer nueva gente, nuevos lugares, esta ciudad la tengo muy vista, además, despues de tantos años de no venir más que en vacaciones, he perdido el contacto con todo el mundo, estoy un poco perdido y no hay demasiadas cosas que me llamen la atención como para quedarme. Tengo un trabajo que me da mucha pasta pero con el que no disfruto lo más mínimo, así que voy a cumplir los 3 meses que me quedan de contrato y largarme de aquí antes de apolillarme demasiado. Tengo 3 opciones en mente, las islas del este, las del sur, o Sevilla, donde tengo unos buenos colegas que me han pedido varias veces que me vaya para allá. La verdad es que después de haber estado 7 meses en La Linea de la Concepción, le he cogido un cariño especial a Andalucía, me gusta su tierra y sobre todo sus gentes, el problema es que a pesar de que Sevilla es preciosa, es demasiado grande, a mi me gustan más los sitios chicos donde la mayoría nos conocemos, donde no hay grandes distancias para desplazarse y donde todo está a mano. Pero a pesar de eso, lo que más me echa para atras es que no hay mar, adoro el mar, la playa, el andar todo el día en bañador. Lo máximo que yo he pasado lejos del mar, han sido mis 5 años en París y lo he pasado fatal a pesar de que es un sitio alucinante, pero falta el olor del mar, imprescindible en mi vida. Así que no se que voy a hacer, se aceptan ideas, lo único seguro es que  voy a dejarme llevar por el próximo golpe de viento, como una hoja caída, una buena amiga, Cris, me ha recordado que ese es el mejor camino.