Pasito a pasito,día a día, aquello que no era más que un lindo sueño, una semilla plantada en una tierra incierta, lejos del jardinero que pudiese velar por ella, regándola con mimo, esperando con impaciencia, el día en que consiguiese liberarse de la prisión del suelo y surgiese luchando por abrirse camino al exterior dándose a conocer,comenzando al fin su viaje cara al sol para poder alcanzar en un día no muy lejano, todo su esplendor. Hasta el momento, no había hecho más que asomarse intentando liberarse de la prisión en que se encontraba, una tierra seca y dura, que a pesar de todo, no podría impedir que se abriese camino. Ni tan siquiera el infame pisotón de un caminante descuidado, pudo impedir que continuase luchando por su existencia. Y es así, que gracias a su determinación, esa semilla se abrió paso y comenzó a crecer, convirtiéndose en un precioso tallo que día a día fue creciendo y alzando sus hojas en dirección al sol, ese sol que le proporciona la fuerza necesaria para seguir luchando. Gracias únicamente a su tesón, enseguida llegó a convertirse en un prieto y verde capullo, al que no le faltaba más que un día despejado, en que la luz del sol, la luz de "su" sol, le proporcionase la energía suficiente para eclosionar y convertirse en una hermosa flor, tan bella, que hasta el jardinero no tuvo palabras para describir lo que veía, ni mucho menos, para comprender como él, un pobre jardinero descuidado, que había olvidado regarla con la frecuencia necesaria y que no le había proporcionado los cuidados que esta merecía, estaba en ese momento, contemplando como aquella semilla que el mismo plantó tiempo atrás, le dedicaba a el, pobre mortal, el pequeño milagro que supone ese instante preciso en que nace una nueva flor. Fue algo portentoso, increíble, el jardinero se quedó sin palabras para describir aquel hermoso suceso, que se estaba produciendo ante sus ojos y lo que es más, tan solo para sus ojos, tan solo, para deleite de sus sentidos, aquella semilla que el había descuidado y por su culpa había estado a punto de morir antes mismo de conseguir alzarse del suelo, ahora, una vez convertida en flor, se le estaba ofreciendo sin condiciones, le estaba brindando a el, al que menos lo merecía, todo el explendor de sus pétalos de colores, para que fuese el único hombre que pudiese hacerlo. Ahora se pregunta, como pudo haber estado tan ciego, como para haber descuidado tan siquiera un momento, a la flor más bella de su jardín. Pero no, ya no es momento de hacerse preguntas de por qué fue, o por qué dejó de ser, ahora es únicamente tiempo, de aceptar ese regalo que se le ofrece tan generosamente, de cuidarlo como se merece y de disfrutar de el, día a día, minuto a minuto, de empaparse de su fragancia hasta perder el sentido.
Buenas noches mi amigo Jose. Sabes? me ha gustado tu relato. Tanto, que se asemeja
ResponderEliminara nosotros mismos . A veces sin darnos cuenta o sin ni siquiera fijarnos , tenemos a nuestro alcance a alguien a quien no prestamos atención. Ese alguien sigue a nuestro lado dándonos lo más preciado: amor, amistad .sin pedirnos nada a cambio.
Nosotros seguimos en la ignorancia , hasta que un día despertamos del letargo .
Qué bonito despertar si sabemos entonces apreciar a quien , como la rosa nos ha dado sin más todo su perfume.
Un fuerte abrazo de tu nueva amiga Rosalía.
Solo iremos dejandoal partir nuestra tristeza,nuestro canto,solo mediante el,es conocido uno,se hace verdadero el canto.Nos habremos ido a su casapero nuestras palabrasnuestro canto,vivirá en la tierra.
ResponderEliminarFELIZ SEMANA Y UN LINDO BESO