Mi vida

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             De un tiempo a esta parte, mi vida, había emprendido un camino a la deriva, que sin ser peligroso, ni mucho menos, había comenzado a afectarme, sobre todo en mi estado de ánimo. Entre que llevo demasiado tiempo en esta ciudad, que a pesar de que me encanta y estoy completamente enamorado de ella y de esta maravilla de la naturaleza, que es la ría de Vigo, tiene la extraña virtud, de que cuando paso en ella un tiempo excesivo, es decir, todo lo que supere los seis meses, me satura hasta tal punto, que termino con unas ganas locas de salir corriendo de aquí, lo único que me retiene, es la familia, todo lo demás, llega un punto en el cual no me molestaría lo más mínimo, el perderlo todo de vista. Quien lea esto, puede pensar por mi forma de expresarme, que estoy asqueado de mi ciudad, no es eso, lo que pasa es que llevo tantos años, tantos como 13 o 14, trabajando fuera, que ya todos aquellos amigos que uno tenía y con los que solía divertirse, ya no están, unos porque al igual que yó, decidieron un día, echarse la mochila al hombro y dedicarse a recorrer mundo en busca de un trabajo que aquí no encontraban, otros, los  más, han terminado casándose con aquella novia que nos ponía a parir (y con razón) porque nos llevávamos a la criatura de juerga y ella se quedaba sola, o los más golfos, han encontrado por fin, esa novia capaz de soportarlos y por supuesto, ahora que ya han madurado, que todos hemos madurado, las prioridades han cambiado y por nada ni por nadie, se arriesgarían a perderla. Bueno, la conclusión de todo esto, es que cada vez que vuelvo a casa, me encuentro solo y perdido como si fuera un recién llegado, que pisa por primera vez la ciudad. Según parace, me he convertido en un bicho raro, una especie protegida en vías de extinción, la cual provoca tambien en la gente que me rodéa, una especie de instinto que les lleva a recordarme día si, día también, las bonanzas del estar casado y tener una familia a tu alrrededor, no es normal, que yó no siga las costumbres de la tribu, ¿Como puede ser, que a mis cuarenta y tres años, no tenga mujer, un par de críos, coche y una hipoteca que me esclavice para los restos? No es que yó no quiera tener todo esto, bueno, excepto la hipoteca, es simplemente que hasta el momento, no encontrado ese otro especimen raro, capaz de soportarme con mis defectos y mis virtudes, que alguna también hay, aunque para que negarlo, no son demasiadas. La única vez que he encontrado a alguien así, la he cagado, he metido la pata hasta el fondo y la dejé escapar. Ya me vale a mi, para una oportunidad que tengo, dejo que pase de largo. Despues de este episodio, intenté convencerme a mi mismo de que no me iba tan mal la vida que llevava, y la verdad, es que así era, en cuanto conseguí olvidar mi último fracaso en el intento de dejar de ser ese especimen raro, enseguida le volví a coger el gustillo a mi vida de soltero empedernido y la verdad es que no me ha ido mal, solo que, cometí el error de buscarme un trabajo aquí, en Vigo, únicamente lo hice por pasar las navidades en casa con la familia, porque en los últimos años, solo las había pasado un par de veces; a partir de haber tomado esa decisión, las cosas no han hecho más que torcerse, pero bueno, no me quejo mucho, porque yo mismo me lo he buscado. Y mira tu por donde, que aquí estaba yó rumiando mi mala pata, que un día, navegando por este, mi space, vi que tenía un mensaje de una persona que me había encontrado por casualidad, diciéndome que le había gustado mi space y pidiendo permiso para volver a visitarme, permiso que le concedí, claro está, ya que mi space está abierto a todo aquel que quiera visitarlo, si tuviese que ponerle puertas, simplemente, no lo tendría. Hasta aquí, todo normal, una nueva amiga de spaces, alguien más con quien compartir opiniones e inquietudes. Esa posibilidad de comunicación, es lo que siempre me atrajo de internet, lo demás es secundario para mi, el tema de las relaciones personales a traves de la red, siempre me pareció algo que no iba conmigo, y cundo hablo de relaciones, me refiero a las de tipo sentimental, hablando claro, nunca creí que una relación el la distancia y mediante un sistema tan impersonal, como es internet, pudiese llegar a ser algo serio a no ser que hubiese intereses particulares de una de las partes. Pero una vez más, la vida me ha dado una de esas sonoras bofetadas, que empléa a veces, para llamarme la atención y recordarme lo gilipollas que puedo llegar a ser, por juzgar algo sin conocerlo, sin haber tenido la experiencia previa, necesaria para emitir un juicio de valor sobre algo que desconozco. Ahora se que estaba completamente equivocado, todavía no tengo ni la más remota idéa de como va a terminar esto, de lo que si estoy seguro, es de que poco a poco, sin hacer demasiado ruido, esta mujer se ha ido instalando en mi vida, se ha ido ganando mi simpatía primero, mi respeto, continuando con mi cariño y finalmente se ha ganado mi amor.  No me explico como pude haberlo hecho, ya que , anteriormente, cuando me ha surgido la posibilidad de una relación de este tipo en la red, he procurado sutilmente, hacer ver que no me interesaba y esa era mi filosofía, una relación es bastante complicada cara a cara, cuanto más así, en la distancia; esto era sobre todo un método de defensa, ya que soy bastante propenso a encariñarme de la gente y los palos o los fracasos los llevo bastante mal, me cuesta mucho olvidar, así que siempre he procurado mantener las distancias, si embargo, esta vez, las barreras no han servido de nada, ha ido desmontando todas mis estrategias y aquí me encuentro, como un chaval de 14 años con su primera novia, ha conseguido sacar algo de mi, que ni siquiera sabía que existía. En realidad, no se que camino va a tomar esta historia, pero séa cual séa, tengo ganas de tomarlo y averiguar a donde conducetantas ganas tengo de dejarme llevar, que hasta se me pone cara de tonto, solo con pensarlo, estoy más feliz que un niño con zapatos nuevos, si antes tenía ganas de dejar esta ciudad, ahora se ha convertido en mi segundo objetivo prioritario, despues de verla a ella; solo espero que no séa un espejismo pasajero, o uno de esos sueños de los cuales en cuanto te despiertas, te das el batacazo de tu vida..                               Ahora, lo único que espero, es poder contaros pronto, el siguiente episodio de mi vida, aún a riesgo de aburriros, tenía que contarlo, más que nada, para probarme a mi mismo que no es un sueño, que en realidad me está ocurriendo